25/2/09

Las mujeres que amé - Adolfo Castelo

¿Saben? Quería contarles, hoy, que yo amé muchas veces. Y que como todo mortal, amé de muchas formas. Y quisiera decirles que por la edad, disculpen, amé a muchas mujeres. Amé, en ocasiones, con esperanzas vanas, pudor adolescente, con frenesí platónico. Esa forma de amar que revuelve las tripas, que angustia por las noches, que provoca temblores. Tartamudeé entonces, cuando las vi de cerca. Y mentí profesiones, y me inventé talentos. Soy músico de jazz, escritor de novelas, piloto de aviones. Compuse con Piazzolla, inspiré a Frida Kahlo. Fuí discípulo de Einstein, guardaespaldas de Kennedy, el que pisó la luna. Es que yo divagué hasta quedar hastiado. Y cuando me miraron con tanta indiferencia, callé, abarrotado de tanto que decir. Y lloré con la almohada mi estúpida plegaria, y me tragué con vino una desolación tras otra, perdido en la intemperie que suele ser mi abrigo. Y escribí decenas de poemas que convertí en canciones, deplorables, que con sólo leerlas me llevaban al vómito. Disculpen mi sinceridad, irrelevante, pero a veces no puedo evitarlo, me recuerdo ignorante, infiel, celoso y parco. Y remonto al olvido para volver a verme amar a la mujer que amé como la he amado. Por que a veces amé poquito y nada, con cierta hostilidad de genio incomprendido, seguro de sentirme amado hasta el cansancio. Víctima del amor agobiante, con cientos de llamados y reclamos, hasta volverme cruel sin intenciones. Entonces descubrí el oscuro color de los dolores, los ojos embriagados del amor que se muere, las despedidas secas, los atajos del fóbico, la rabia despechada de las mujeres tiernas, maternales. Y lloré de verdad aquellas noches, por que esas noches fueron las más duras, y esas mujeres fueron, al fin, las más amadas. Dueñas de mis nostalgias y de mi ira, reinas de mi benevolencia y de mi culpa, princesas de mis mejores sueños, no cumplidos. Pero también amé, y voy a decirlo, con paciencia oriental. Y me jugué entero a todo o nada. Y me banqué los planteos y desplantes con estoicismo idiota, aunque febril. Inútil el esfuerzo. No podría contarles los resultados de amar hasta estallar de grandes intenciones. Por que no es posible cruzar los abismos si no hay puentes, cuando la diferencia es brutal, malentendida. Entonces descubrí que el amor es constancia, risa y aburrimiento, madrugada, complicidad, café con leche, compañía. Una quimera frágil de querer amar todos los días.

23/2/09

Ellos son de Marte, nosotras de Venus...

EL DIARIO DE ELLA
El sábado por la noche lo encontré raro. Habíamos quedado en encontrarnos en un bar para tomar una copa. Estuve toda la tarde de compras con unas amigas y pensé que era culpa mía porque llegué con un poco de retraso a mi cita, pero él no hizo ningún comentario. La conversación no era muy animada, así que le propuse ir a un lugar más íntimo para poder charlar más tranquilamente. Fuimos a un restaurante y él se seguía portando de forma extraña. Estaba como ausente.
Intenté que se animara y empecé a pensar si sería por culpa mía o por cualquier otra cosa. Le pregunté y me dijo que no tenía que ver conmigo. Pero no me quedé muy convencida. En el camino para casa, en el coche, le dije que lo quería mucho y él se limitó a pasarme el brazo por los hombros, sin contestarme. No sé cómo explicar su actitud , porque no me dijo que él tambien me quería, no dijo nada y yo estaba cada vez más preocupada.
Llegamos por fin a casa y en ese momento pensé que quería dejarme. Por eso intenté hacerle hablar, pero encendió la tele y se puso a mirarla con aire distante, como haciéndome ver que todo había terminado entre nosotros. Por fin desistí y le dije que me iba a la cama. Más o menos diez minutos más tarde, él vino también y, para mi sorpresa, correspondió a mis caricias e hicimos el amor. Pero seguía teniendo un aire distraido. Después quise afrontar la situación, hablar con él cuanto antes, pero se quedó dormido. Empecé a llorar y lloré hasta quedarme adormecida. Ya no sé qué hacer. Estoy casi segura de que sus pensamientos están con otra. Mi vida es un auténtico desastre.

EL DIARIO DE ÉL
Hoy perdió River. Al menos me eché un polvo.

22/2/09

Frase de cabecera

“Tengamos ideales elevados y pensemos en alcanzar grandes cosas, porque como la vida rebaja siempre y no se logra sino una parte de lo que se ansía, soñando muy alto alcanzaremos mucho más. Para una voluntad firme, nada es imposible, no hay fácil ni difícil; fácil es lo que ya sabemos hacer, difícil, lo que aún no hemos aprendido a hacer bien”

Bernardo Houssay (1887 – 1971)
Premio Nobel de Medicina y Fisiología (1947)

Coma espiritual

Estábamos en un bar con una amiga y hablábamos de las personas que, sin motivo aparente, se alejan de las verdaderas razones que hacen que la vida tenga un sentido importante y trascendente, y toman por valioso y determinante aquello que no lo es. Son esas personas que dedican su vida exclusivamente a esto último, y se mantienen indiferentes ante otros valores más importantes en la vida, y así, el propio y verdadero "yo" se denigra y se reemplaza por otro "yo" que nada tiene que ver con el original. A veces el compromiso con estos falsos valores es de tal magnitud y tan sostenido en el tiempo, que el corazón se va endureciendo hasta petrificarse. Es ahí donde se produce lo que definimos como "coma espiritual" (...)